La función principal de las geomembranas en los vertederos es prevenir la infiltración de lixiviados en las aguas subterráneas, evitando así la contaminación de las fuentes de aguas subterráneas.

El entorno de los vertederos es complejo, y las geomembranas deben tener una alta resistencia a la tracción y al desgarro para resistir la presión del suelo o la basura durante el proceso de vertedero.

El lixiviado contiene varios productos químicos nocivos, por lo que las geomembranas deben tener una fuerte resistencia a la corrosión para hacer frente a con la erosión en diferentes entornos químicos.

Además, los vertederos suelen ser pilas al aire libre, y las geomembranas necesitan tener una fuerte resistencia a los rayos UV para prolongar su vida útil.

Los embalses y presas están constantemente expuestos a ambientes acuáticos, y las geomembranas deben tener una alta durabilidad, ser capaces de soportar la inmersión a largo plazo en agua y mantener el rendimiento anti-filtración.

Debido a la posible influencia de la presión externa en el fondo del depósito y el área del terraplén, las geomembranas deben tener una fuerte resistencia a la tracción y a la compresión para garantizar que no se dañen.